domingo, 10 de abril de 2011

Sobre mí

Es extraño. O quizás soy yo la extraña. Quién sabe. Soy una de esas personas que se interesa por lo que nadie se interesa, que se fija en lo que nadie se fija, que se detiene en lo que nadie se detiene, que disfruta de lo que nadie disfruta. Soy una de esas personas que procura conocer la realidad desde todas sus perspectivas; que procura fijarse en cada detalle que por irrelevante que parezca ser, luego acaba adquiriendo un sentido. Puede que nunca llegues a conocerme del todo, o que me conozcas bien ya desde el principio. No quiero ser popular, no pretendo tener más amigos que otra persona o que mi nombre figure en listas.
Me gusta el frío. Me encanta también tumbarme al sol, sentir la brisa veraniega y los rayos en mi piel; pero me agobia el calor y enseguida tengo que adentrarme en el agua; razón por la que puedo pasarme las horas muertas buceando hasta terminar como una pasa. Adoro los paseos de antaño por las calles de Madrid. Tras la mudanza esto se perdió, ahora cada lugar está en una esquina, y cada persona está en su mundo. No te sientes uno más cuando paseas entre la multitud. No tienes la sensación de que te acogen sin hacer preguntas. Soy desconfiada, desconfiada como nadie. No es que tenga un trauma, sino que temo poder tenerlo. Pienso que es bueno no fiarse nunca demasiado de nadie con el que no sientas que puedes confiar absolutamente. En la única persona que estás seguro de que vas a poder fiarte sin riesgos es en uno mismo. Y a veces hasta eso cuesta.
Soy reservada. Tan reservada que a la gente le cuesta creerlo. Sin embargo siempre digo lo que pienso. Puede parecer contradictorio; pero me gusta ser sincera, y decir las cosas de forma directa. Me gusta ir al grano, aunque mis palabras puedan sonar frías. Mis palabras son mías y yo elijo cómo pronunciarlas. Me queda el consuelo de que tendré todos los defectos del mundo y tres más, pero no me considero una persona falsa ni hipócrita; en seguida se me nota cuando algo —o alguien— no me gusta.
Me gustan los pequeños detalles, porque son los que nunca se olvidan, y a menudo los que más se disfrutan. Adoro pasear por la playa de noche, cuando la arena está fría; sentir el tacto de cualquier objeto, alimento... Escuchar los sonidos que ofrece la naturaleza, dormir con lluvia, andar descalza, el olor a café por las mañanas, el del césped recién cortado, el sonido que hacen las hojas secas al pisarlas cuando llega el otoño, el inmenso placer cuando alguien te dice que te va a echar de menos y es verdad, las muestras de cariño...
Mi sueño es tirarme desde un acantilado hacia el mar. Sentir la ligereza, el viento. Pienso que debe ser comparable a darse cuenta de eres una pequeñísima parte en este mundo tan inmenso, unos segundos de euforia, para luego sentir el mar sobre tu piel. También me gustaría volar. Adoro la velocidad, y todo aquello que conlleve riesgos. Creo que esto es un rasgo muy característico de mi personalidad. Me gusta probar cosas nuevas. Sé que tengo una libertad y la uso, pero también sé que no tengo intención de limitar la libertad de nadie. Dicen que soy inteligente, pero que mi tozudez no juega siempre a mi favor. Puede que tengan razón.
Me gusta la lengua, la literatura, la música, la pintura, la fotografía, la filosofía, la ética, la historia, la historia del arte, el latín y tantas otras. No sé que quiero ser de mayor, pero sé que quiero ser mayor. Sé que quiero aprender, observar el mundo y adquirir conocimientos. Sé que nunca sabré demasiado. Sé que por muchos libros que haya leído en lo que llevo de vida, y que siga leyendo en lo que me quede de ella, nunca habré leído suficiente. Quizás periodismo, o psicología, estaría bien. Sea lo que sea que vaya a ser, tengo claro que jamás renunciaré a mis principios y no caeré tan bajo como para participar en un programa tipo "Sálvame".
Me gusta sentirme útil. Pido el mismo respeto que procuro dar, y dar el mismo que procuro pedir. Es difícil manipularme, pero me resulta fácil conducir a otra persona por el camino que quiero. Mi color favorito es el verde, pero también me encanta el azul. Tengo un vicio con el limón; me encanta exprimirlos en un vaso, echar agua y tomármelo, y luego cortar el limón sobrante, echarle sal y comerme hasta lo blanco. Me gusta dibujar, leer, salir con mis amigos y divertirme. Odio a la gente hipócrita, esa que habla a la espaldas. Procuro no juzgar nunca por las apariencias, aunque todos debemos reconocer que a menudo esto resulta difícil. Me gusta escribir. Adoro reír y hacer reír a la gente. Conozco mis limitaciones. Sé lo que se me da bien, lo que se me da mal y lo que no se me da. Odio la vanidad, pero más la falsa modestia.
Tengo muchas manías, pequeñas y no tan pequeñas. Me encantaría viajar tanto como pudiera, aprender nuevas culturas. Me gustan las curiosidades. No me considero una persona cotilla, aunque busco saber. Me gusta pasear. Adoro a mi perra, a mi conejo y a mi pájaro. Adoro a mi familia. Soy antitaurina. Me gusta que la gente me cuente sus cosas y que me pida ayuda, aun cuando yo no suelo pedirla. No me gusta hablar de mi vida privada, y odio a la gente que se interesa sólo por desmentir o inventar rumores. Soy supersticiosa selectiva. Me gusta el nombre que eligieron para mí. Me encantan los animales. Echo de menos a Lena. Echo de menos a mis abuelos, especialmente a la yaya. Pero la recuerdo sonriente, dejando que me arrastrara por el suelo, regalándome un pintauñas nuevo, o unos bombones que yo devoraba. Me encanta el chocolate. Últimamente me gusta más el pescado que la carne. Esto denota que a menudo me canso cuando algo se me hace repetitivo.
Mi padre dice que estoy hecha de muy buena madera, pero que esa madera es sumamente difícil de talar. Que rompo alguna que otra herramienta cuando se intenta. Nadie me conoce mejor que yo misma. Sé que he nacido para ser independiente. Según el día me irrito con facilidad o tengo paciencia. Y según la situación.
Me gusta la política, pero no los políticos actuales; todos —o casi todos— lo hacen mal. Conozco la sociedad en la que vivo, y estoy advertida del peligro. Sé que poca gente se atreve a ser diferente.
No me gustan las bebidas con gas. Me duele ver muchas faltas ortográficas juntas. Me gustaría escribir algún libro, pero prefiero relatos o reflexiones cortas; además, nunca consigo continuar una historia. Adoro a mis profesores de lengua y de historia, pero sobretodo al de valenciano. Odio que los profesores den a entender sus preferencias política o su ideología ante un público que está en pleno periodo de formación.
Me gusta la gente de la que estoy rodeada, al menos por norma general. Conozco los fallos de las personas más cercanas, y ellos conocen los míos. Otro de mis sueños es aprender a tocar el piano. Me hubiera encantado hacer ballet, aunque lo considero muy sacrificado. No sigo casi ninguna serie. Me encanta Disney; en especial películas como Aladdín, Hércules, la bella y la bestia; o series como Phineas y Ferb. Cometo imprudencias, pero es algo que procuro arreglar, o al menos cubrir.
Considero la música una parte muy importante en mi vida. Paso horas diarias escuchando canciones. Pero lo que más me gusta son los caminos difíciles, complicados; aquellos que cuando logras conseguir sientes una satisfacción interior no comparable ni de lejos con el esfuerzo que te hubieras podido ahorrar. Esas vías que dan una sensación de plenitud que, aunque temporal, hace que te sientas bien.
Tengo muchísimos problemas en mi vida personal, pero no amargo al resto con ellos. No los cuento y no dejo que me afecten a la hora de ofrecer mi ayuda y una sonrisa a todas mis amistades. Lo sé, es un problema no exteriorizar lo que sientes.
Me encanta mi clase, pero estoy convencida de que tenía que haber realizado el bachiller de humanidades. Tengo otro blog que abría hace años pero he preferido "cambiar de aires". Pienso que ya es suficiente y voy a dejar de escribir sobre mí, porque quien me conozca de verdad ya sabe cómo soy y no necesita más datos. Así soy yo. Soy una extraña rodeada de personas normales, o quizás sea al contrario. Soy una de esas personas en las que por cada virtud se encuentran ocho defectos.

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